Hoy toca review del último juego que he comprado… vale, de segunda mano en un tienducho. Se trata del «The Simpsons: Hit & Run», versión Xbox original.
Se trata de un juego lanzado en 2003, que se vendió bastante bien y que tuvo una aceptación buena en las publicaciones especializadas (en torno a 80 en Metacritic, según plataformas). Sin embargo, los comentarios de conocidos que yo oí cuando el juego era nuevo eran un poco distintos, decían más bien que era una mala imitación de un GTA, feo y muy corto.
Pero yo tenía ganas de jugarlo igualmente y cuando lo vi por 3€ se vino conmigo inmediatamente.
Desde el principio se puede ver que la ambientación es de lo mejor del juego. Pasan los logos de Fox y Gracie Films, y Homer aparece tirado en el sofa, como fondo del menú del juego. Los gráficos son bonitos, aunque siempre resulta un poco extraña la conversión a 3D de un dibujo animado plano. Los mapas de Springfield, los personajes, los vehículos, todo está bien resuelto y tiene bastante gancho visualmente, siempre siendo coherente con la ambientación.
La trama es bastante intrascendente, empieza con la invasión de Springfield por parte de unas extrañas abejas robot y de unas misteriosas furgonetas negras. Despues, con la desaparición de Bart abducido por un rayo luminoso, todo parece relacionado con un nuevo refresco de cola y unos coches negros…
El juego está estructurado en niveles, en los que controlamos a los distintos personajes de la familia Simpson y a Apu. Las misiones se lanzan hablando con los personajes marcados en el minimapa, tanto las principales de la trama como las carreras y las misiones extra.
Las misiones siguen todas un modelo similar, ir de un punto a otro de un mapa en un tiempo determinado, recogiendo objetos, hablando con gente… Aquí hay un punto importante, el juego quiere ser una especie de parodia de los GTA, pero realmente su planteamiento es más un Driver con toques de plataformas a lo Mario 3D. Por tanto, si a un adolescente sediento de violencia se lo vendes como un GTA, pensará que es una mierda. Porque violencia hay, se puede destrozar buena parte de los objetos del escenario, atropellar gente, hay misiones de golpear coches hasta que exploten, la policia te persigue si te pasas de la raya… pero el juego está pensado para que esa violencia sea sólo un pequeño extra para un juego que en general es bastante inocente.
Todo esto lo resume su clasificación PEGI: No apto para menores de 7 años.
Pese a que las misiones son similares entre si, el juego engancha bastante. Las fisicas de los vehículos son divertidas y muy arcade aunque esto no las hace faciles de controlar. Hay que hilar bastante fino para ir rápido, ya que los choques frenan muchísimo y la IA del juego entorpece mucho. En los primeros niveles sobra tiempo por todas partes, pero sin que haya tiempo para aburrirse del juego, la dificultad se va incrementando y empieza a ser más complicado pasar los niveles a la primera. La curva de aprendizaje del juego está muy conseguida.
Como friki de los coches, destaco la selección de vehículos míticos de los Simpson, desde el Cañonero hasta el coche diseñado por Homer, pasando por el AMC Gremlin de Hans Topo (aunque lo nombren como Kremlin) o el bólido de carreras diseñado por Martin. Incomprensiblemente, la típica ranchera rosa de los Simpson en el juego es un sedán descapotable rosa, será para ver los tres pelos de Homer?
Un detalle interesante es que las misiones se pueden repetir sin tener que volver al punto de lanzamiento de la misión, que es uno de los puntos pesados de otros sandbox como la familia del GTA3. Esto da más dinamismo a las misiones dificiles y ayuda a picarse más con el juego en vez de cansarse de él antes de tiempo.
La duración del juego es más bien escasa, tiene 7 niveles no demasiado largos. Si no te enredas en misiones secundarias y coleccionables, se puede acabar en pocas horas. Pero la realidad es que el juego pica, y al poco acabas intentando completar el 100% de los niveles en vez de pasar solo por los puntos clave. Eso prolonga bastante la vida del juego, aparte darle interes para jugarlo varias veces.
En general, es un juego del que me esperaba bastante poco y que me ha sorprendido mucho. Es un juego simple en su planteamiento, divertido e inocente. Quizás no tendrá un argumento superabsorbente, pero te tendrá enganchado un par de tardes. O para echarle un rato de vez en cuando. O para que no todo sean juegos superviolentos si viene tu primo pequeño. Y por 3€, qué coño, merece la pena.