Imagen

La magia de ser la compañía lider del mercado y la que prácticamente monopoliza un sector es que cuando anuncias un nuevo producto se crean muchas expectativas en torno a él. La gente habla, piensa en sus noevas mejoras, características o en cómo va a revolucionar el mercado. La contrapartida es que si ese producto resulta ser una chusta, esa compañía lider puede convertirse en un gigante con los pies de barro.

Este rollo es aplicable a muchos entornos, pero en este caso hablo de Windows 8.

Lo probé hace tiempo, algo después de que saliera la versión final. Lo instalé porque, oye, a lo mejor me convencía tanto que me dejaba de pingüinos y ostias, que nunca se sabe. Casualmente no se dió esa situación xD

Me pareció una gigantesca mierda, que trasladaba todo lo que no resulta práctico de un sistema operativo para smartphones y tablet a un PC. No he probado Windows Phone 8, y no niego que pueda ser un gran S.O. para teléfonos… pero la fórmula no es aplicable a un PC.

Lo que me hace traeros este tema hoy es que últimamente parece que según se va extendiendo W8, se van extendiendo también las malas opiniones acerca de él de los círculos más geek a la gente «normal». Recientemente, dos de esas personas, sin pasión por la frikitud informática y cercanas a mi han renovado sus ordenadores. Una de ellas ha removido cielo y tierra para encontrar un portátil con W7 que le convenciera y la otra ha dado una oportunidad a W8… y me ha pedido que lo mande a freir espárragos.

No es extraño que esto pase. La razón por la que Windows es el estándar es porque la gente ha sido educada en él durante años. Si no tienes especial devoción por la informática, usas lo que sabes y te dejas de lios. Pero y si de pronto, muchas distribuciones de Linux se parecen más a Windows que el propio Windows? Y si te dedicas a esconder un poco ciertas funciones fundamentales? (sólo hay que ver el número de resultados buscando en google «apager el ordenador windows 8») Y si obligas a tus usuarios a reaprender todo lo que sabían?

Pues lo que pasa es que cuando nos acercamos al año de lanzamiento de W8, el mercado de PC se ha hundido (y no solo es por la influencia de las tablet) y la tasa de penetración de W8 es similar a la de Vista, otro fiasco a nivel comercial y similar a la de MacOS X…

Pese a que con cierta mala leche me gustaría que Microsoft se pegara una piña, supongo que conseguirán salir del hoyo, recursos no les faltan. Pero necesitan encauzarlos de forma útil, no haciendo que la gente que quiere un PC se encuentre una tablet enorme pesada y sin pantalla táctil. Si Windows Blue, que se rumorea que saldrá este verano, no mejora la situación para Microsoft, pueden tener serios problemas

Por ahora, yo voy a formatear un ordenador con W8 para meterle un doble arranque de W7 y Linux Mint 14. He probado versiones anteriores de Mint, veremos que tal ha evolucionado. Y obviamente, os lo contaré aquí 😉

P.D. Decididamente, el dibujo me ha quedado pricioso xD