Hace poco se me cruzó una PS3 de outlet a un precio que no pude rechazar y hace menos me recomendaron encarecidamente el servicio de PlayStation Plus (del que probablemente hablaré en un futuro cercano y con el que estoy bastante contento).
Y en esta época, en la que desde los lobbies del copyright se intentan demonizar las conexiones ADSL por ser la razón única de la piratería (de quien va a ser la culpa si no), en el momento en que tuve el PSPlus puse a descargar 50 gigas de contenidos legales y pagados. Entre ellos, el juego del que trata esta entrada, Thomas was alone.