La magia de ser la compañía lider del mercado y la que prácticamente monopoliza un sector es que cuando anuncias un nuevo producto se crean muchas expectativas en torno a él. La gente habla, piensa en sus noevas mejoras, características o en cómo va a revolucionar el mercado. La contrapartida es que si ese producto resulta ser una chusta, esa compañía lider puede convertirse en un gigante con los pies de barro.
Este rollo es aplicable a muchos entornos, pero en este caso hablo de Windows 8.