Tras los análisis de jueguitos indie como Thomas was alone y The Cave, ya tocaba hacer una review de un juego gordo. Y el hecho de que me regalaran por mi cumpleaños el Bioshock Infinite facilitó la elección del juego a analizar 😛
Le tenía muchas ganas al Bioshock Infinite después de que dos amigos de muy distinto pelaje me lo recomendaran encarecidamente. Y eso sin contar con el 94/100 que tiene en Metacritic.
El juego, encuadrado a principios del siglo XX, trata la historia de Booker DeWitt, un ex-trabajador de Pinkerton que, para saldar su deuda, tiene que rescatar a una chica. El argumento, en apariencia, simple, se va complicando cuando vemos que la ciudad de la que tiene que rescatar a la chica es Columbia, una ciudad flotante escindida de los Estados Unidos tras involucrarse en la rebelión de los Bóxers.
La ciudad, aparentemente idílica, pronto empieza a mostrar su verdadera cara. Los ideales que reinan en Columbia una mezcla explosiva de ideales teocráticos, ultranacionalistas y xenófobos, girando en torno al culto de la personalidad del profeta Zachary Comstock. Y resulta que nos mandan a secuestrar a su hija. Obviamente no tardaremos en ser personas non gratas allí…
Lo primero que llama la atención del juego es su espectacular ambientación. Los paisajes, cielos y la propia ciudad, que mezcla elementos de la época con toques de steampunk resultan muy atractivos. La paleta de colores, lejos de los típicos tonos tristones de muchos otros shooter, está entre alegre y retro, dándole un estilo muy marcado que baña todo el juego.
Junto a estos escenarios que te dejan roto con su belleza tenemos algún punto negro en el apartado visual. El primero es tan obvio que casi debería ser tratado como un bug. Las plantas y las flores del juego son imágenes 2D de muy baja resolución, inconcebible en un juego que busca rozar la excelencia visual. Vale que es un detalle muy pequeño, pero es que da la impresión de que de pronto nos encontraramos unas texturas que se les hubieran quedado allí desde 1995.
Otro detalle feo, aunque muy típico de los FPS es el hecho de que si miras hacia abajo observes que no tienes pies. Y si corres mirando al suelo, parece que flotas a metro ochenta del suelo, sin piernas que te sostengan. Será por simplicidad en el motor gráfico, pero queda cutre.
La mecánica del juego no es demasiado innovadora, ir avanzando matando a todos los enemigos que vayan apareciendo, aunque aparte del arsenal de que disponemos, tenemos los vigorizadores, una especie de superpoderes que vamos consiguiendo y que nos permiten desde lanzar rayos paralizadores hasta enviar pajaros a picotear con mala saña a nuestros atacantes. Como punto diferencial son interesantes… pero la verdad es que yo a la hora de jugar apenas los he usado, nunca me acordaba de que estaban ahi xD
La vida no se regenera automáticamente como se está haciendo típico en demasiados shooters. A ver, no digo que esté mal la regeneración automática de la vida, pero… en todos los juegos? En el Bioshock Infinite iremos rebuscando en barriles, cajas, baules y registrando a los enemigos en busca de botiquines de vida o cosas de comer. Porque esa es otra, te sientes muy gordo cuando vas ratileando por los escenarios, comiendo peras, alubias, perritos calientes, manzanas (incluso podridas) o un cacho de tarta que te encuentras en un cadáver torturado. Que da que pensar… yo no me comería la tarta que lleve encima un cadáver ensangrentado que me encuentro por la calle, pero todo sea para recuperar vida.
Una vez rescatamos a Elisabeth de su torre y tenemos que sacarla de la ciudad, la mecánica del juego varía ligeramente. Elisabeth se vale por si misma en los combates y no hay que preocuparse de protegerla. No ataca a los enemigos pero se encarga de mantenernos provistos de munición, vida o sales (necesarias para el uso de los vigorizadores) si estamos cortos de provisiones.
El argumento es muy absorbente, y al menos a mi, me incita a buscar los distintos coleccionables que hay por el juego, como los voxáfonos, aparatos que contienen una pequeña grabación de voz con información interesante para comprender la trama o los kinetoscopios, máquinas con cortos de propaganda de Comstock que explican la historia de Columbia, obviamente desde la versión oficial.
La historia es interesante e impulsa a avanzar en el juego, incluso de forma un poco atropellada si somos del género adicto. Y es que a mi cuando me pilla un argumento, el cuerpo me pide seguir hasta el final, sea un libro, una peli o un videojuego. La duración del juego no es excesiva, estará en torno a las 20 horas para un jugador medio en dificultad normal, pero además no veo descabellado rejugarlo, en una dificultad mayor o incluso en el masoquista Modo 1999, solo para gueimers járcor.
Otro detalle algo feo, son los bugs del juego. No son demasiado numerosos, pero sufrí un par de ellos durante el juego, uno de ellos no me guardó la partida durante casi una hora (y cuando me mataron fue de mucha risa) y el otro me tuvo retenido en una escena durante un buen rato sin saber donde ir hasta que vi que el juego se había pillado y que una animación que debería reaccionar no lo hacía, bloqueando el avance del juego. Reiniciando el juego se le pasó la tontería, tras volver a matar a todos los enemigos de la fase.
Y más subjetivamente, el final me pareció una mierda. Me he propuesto no hacer spoiler osea que no diré nada más acerca del tema xD
Me estoy enrollando más de la cuenta, es momento de recapitular. Bioshock Infinite es un must-have si te gustan los shooters, bonito, divertido y muy absorbente. Hay unos cuantos detallitos feos que probablemente se vayan solucionando con parches del juego, pero que en general no empañan el conjunto, que deja un muy buen sabor de boca.
me alegro que te gustara xdxd